Es una mujer importante mencionada en la Biblia. Es una mención corta pero muy significativa. Dicen que fue la primera mujer europea a conocer a Jesús. La Biblia dice que amaba a Dios lo que me lleva a pensar que estaba sintonizada a las cosas de Dios.
Era una mujer que tenía su proprio negocio, era vendedora de púrpura. Me pongo a imaginar que era muy conocida y tenía algo de influencia. Eso nos dice algo. No importa el status social de uno, todos necesitamos a Dios. Y Él está atento a nosotros y a nuestro deseo de conocerle. Y en una cosa podemos descansar, jamás nos frustrará en este nuestro deseo. Al que a Él venga, jamás le echará fuera.
De inmediato, al conocer Jesús y su mensaje a través de Pablo, quiso ser bautizada. No quería perder tiempo en algo que era de tal transcendencia para su vida. ¿Por qué tomamos tanto tiempo en decidir a seguir a Jesús? A veces queremos entender todo y conocer todo lo que hay antes de dar un paso en su dirección. ¿Quién de nosotros tomamos un curso en la teoría de la electricidad antes de encender la luz en una habitación? Si vemos que está oscuro, encendemos la luz y ya está.
No quiero con mi comentario minimizar la importancia de saber lo que estamos haciendo pero hay respuestas en esta vida que solo tendremos en nuestro caminar con Cristo. Necesitamos su presencia para entender sus enseñanzas.
Otro aspecto de este día especial en la vida de Lidia es que de inmediato invitó a Pablo para que se quedara hospedado en su casa. Ya estaba utilizando sus dones para servir a otros. A mí me parece que era una mujer muy bondadosa y hospitalaria pues más tarde, al salir de la prisión donde se encontraba, Pablo fue directamente a su casa. Él sabía que en la casa de Lidia encontraría refugio, amor y amistad.
Que podamos inspirarnos en ella y que a partir de nuestra relación con Jesús podamos influenciar nuestra sociedad para el bien y servir al prójimo con lo que tenemos a nuestra disposición.
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