19 de diciembre

”Pero María guardaba todas estas cosas meditándolas en su corazón.” 
Lucas 2:19

Durante las Navidades tendremos la tendencia de acordarnos de momentos bonitos de nuestra familia:  la alegría de los niños en abrir un regalo que esperaban, las sonrisas, los abrazos, etc.

María, la madre de Jesús, seguramente estaba abrumada con los acontecimientos cercanos al nacimiento de su hijo. Ella sabía en su corazón que Él era el Hijo de Dios. Se alegró al saber que muchos le reconocían y entendían el mensaje de los ángeles. ¡Cuántos recuerdos bonitos de este tiempo especial de su vida! Seguramente ella contó a Jesús estas historias cuando fue creciendo. De la misma manera, tu familia puede revivir memorias bonitas del pasado. Estas forman un tesoro a ser guardado a siete llaves.

Hoy haremos nuestro propio baúl de tesoros para celebrar lo que Dios ha hecho en nuestras familias.

Vamos a decorar un caja de zapatos o un joyero antiguo. Pasa un tiempo escogiendo fotos de la familia en Navidades pasadas, o de otros momentos memorables. Incluye fotos de amigos, otros familiares más distantes. Colócalas en tu baúl de tesoros.

Corta papeles en forma de corazones. Diles a todos de la familia que escriban o dibujen una o más cosas que atesoran de su familia. Por ejemplo: los paseos por el parque, las historias en la hora de dormir, las comidas que prepara mamá, la celebración de la Navidad, etc. Pon todo dentro de tu baúl.

Esta semana mientras las Navidades se aproximan, durante las comidas, saca un o dos tesoros de la caja para compartir con todos.

Continúa: 20 de diciembre